El despiste de Aleix Espargaró en Montmeló ya ocurrió en 2009
Aleix Espargaró pasó de la felicidad a la tristeza absoluto en el GP de casa. Estaba siendo un fin de semana perfecto, era el más rápido en los libres y salía desde la pole, todo era de color de rosa hasta que pasó lo que pasó. La carrera no empezó como habría deseado, Quartararo le pasaba en la primera curva, pero él se mantenía en una magnífica segunda posición, conteniendo a las Ducati de Martín y Zarco. Pero un despiste convirtió la fiesta en un día para olvidar. Aunque lo que le sucedió al español no es la primera vez que le ocurre a un piloto en el circuito de Barcelona-Cataluña.
El piloto de Granollers se creyó que la carrera había terminado y comenzó a saludar a la afición celebrando que había quedado segundo, pero todavía quedaba una vuelta. Cuando se dio cuenta era sexto. Tiró con fuerza y pasó a Marini en el último suspiro para acabar quinto, lo cual le hizo perder 14 puntos con Quartararo en el Mundial. Espargaró reconocía que no pudo ver las vueltas que quedaban en la pizarra del equipo y se fijó en la torre de control del circuit. Esto es lo mismo que le pasó a Julián Simón en 2009 en 125cc en este mismo escenario, Montmeló, y luego ganó el Mundial.
Al ver lo que le había pasado a Aleix todos se acordaron del caso de Julián Simón, que pasó de la victoria al cuarto por una milésima al cerrar el gas en la última vuelta pensando que la carrera había acabado. Todos le comprendían y coincidían en que es un error muy común. El caso es, tal y como explicó el de Aprilia, la torre de este circuito marca las vueltas de manera diferente al resto. Normalmente cuando queda una vuelta en la torre pone l1, sin embargo, en Montmeló es distinto. Aquí, en la última vuelta, marca l0 mientras que l1 significa que todavía quedan dos vueltas más.
«Ha sido culpa mía al 100%. Estos errores son inaceptables en esta categoría. La pizarra estaba muy cerca de la curva y no me ha dado tiempo de ver toda la información. He visto que tenía 0.6 de ventaja con Martín porque estaba apretando mucho para asegurar la segunda plaza y como no he podido ver las vueltas que quedaban he mirado la torre. No me acordaba que aquí en Barcelona la última vuelta es cero, he visto uno y he cortado. Iba muy concentrado y no me he fijado ni en la bandera a cuadros ni nada. Es un error muy grande. Le pido disculpas al equipo», comentaba el de Granollers al acabar la carrera.
Aleix Espargaró estaba completamente roto al terminar, lloraba desconsoladamente consciente del despiste que había tenido. Este gran premio era especial. Toda su familia estaba presente en el circuit: el padre, la madre, su mujer, sus dos niños… Todos habían acudido a verle en un año que está siendo muy bonito para él puesto que se encuentra en el mejor momento de su carrera y peleando por el Mundial.
Por fortuna el daño fue menor de lo que podría haber sido. Es cierto que tenía la segunda plaza asegurada porque contaba con una gran ventaja sobre Jorge Martín, pero finalmente sólo perdió nueve puntos más de los que iba a perder con Quartararo. El gran error estuvo en el box de Aprilia, que estaba al principio del pitlane, al salir de la curva, por lo que no le dio tiempo al piloto a leer toda la información debido a que circulan a gran velocidad.
Sergio García también se equivocó
Otro caso muy similar al de Espargaró es el que le sucedió a Sergio García Dols, piloto del GASGAS Aspar Team de Moto3, en este mismo gran premio. Al de Burriana le pasó al revés que a Aleix Espargaró, cuando entró en la última vuelta pensaba que quedaban dos más y al ver que le adelantaban David Muñoz y Suzuki no quiso devolverles el adelantamiento pensando que todavía quedaba otra vuelta más.
Al cruzar la bandera a cuadros siguió tirando pensando que era la última vuelta, hasta que se dio cuenta del error al ver que todos paraban. El líder del Mundial de Moto3 iba segundo cuando le pasaron Muñoz y Suzuki y cayó hasta la cuarta posición. De haber apretado podría haber recuperado al menos una plaza y así subir al podio.